Mioma
Qué es el mioma
Gestar y traer al mundo un bebé no es una tarea fácil. En los nueves meses de embarazo conocerás muchos conceptos nuevos que te inquietarán y sobre los que querrás informarte. Analizamos qué es y cómo te afecta el mioma en el embarazo.
Qué es el mioma
Los miomas son tumores benignos que aparecen en el útero. Están relacionados con los estrógenos por lo que se suelen formar en la edad fértil de la mujer.
En casos extremos, los miomas pueden complicar la concepción:
- Cuando existe un gran número de miomas que deforman la cavidad uterina, el anidamiento del embrión puede ser difícil, y son comunes los abortos. Si consigue implantarse, resulta muy extraño que el mioma comprometa el espacio en el que se desarrolla el bebé.
- Puede haber miomas muy grandes pero que no interfieran en el desarrollo o miomas muy pequeños en posiciones desfavorables que lleguen a causar esterilidad.
Qué síntomas causa el mioma
En la mayoría de los casos, los miomas no presentan sintomatología. Tan sólo en un pequeño porcentaje pueden causar:
- metrorragias importantes. Son hemorragias vaginales procedentes del útero que no están asociadas al ciclo menstrual,
- dolor abdominal o pélvico,
- síntomas compresivos en órganos vecinos.
Los miomas pueden complicar un embarazo al variar de tamaño durante su curso por la acción de los mayores niveles de estrógenos. El mioma tiende a crecer a lo largo del embarazo, si bien se observan casos en los que mantiene su tamaño e incluso disminuye.
Si no se han extirpado antes del embarazo y han crecido, pueden originar ciertas complicaciones:
- pueden provocar en el feto un crecimiento Intrauterino retardado,
- favorecer la aparición de desprendimiento de placenta,
- aumentar el riesgo de parto prematuro,
- en el parto, los problemas pueden venir por la localización del mioma. Si éste se sitúa en la zona más baja, puede crecer por delante del feto y obstaculizarle el canal del parto. En ese caso, será imprescindible que el parto se realice por cesárea.
Cómo tratar el mioma
Cuando los miomas no presentan sintomatología grave o no modifican su tamaño, no requieren tratamiento.
Si existen antes del embarazo y su tamaño sobrepasa los tres centímetros, se aconseja extirparlos por las complicaciones que pueden surgir en la concepción y futura gestación.
Una vez finalizado el embarazo, suelen disminuir de tamaño durante unos meses. Si han supuesto una complicación para la gestación, debe plantearse su extirpación una vez que han involucionado.