Deshidratación
Qué es la deshidratación
A lo largo de su infancia tu hijo pasará por decenas de procesos víricos y bacterianos, golpes, caídas... Un sinfín de enfermedades del niño que te llevarán con relativa frecuencia a la consulta del pediatra. Te contamos qué es, qué síntomas causa y cómo tratar la deshidratación en niños.
Qué es la deshidratación
El organismo está formado en su mayor parte por agua, que en los lactantes y recién nacidos supone entre un 70 y un 80% del peso corporal. La deshidratación es la pérdida de agua y sales, en especial sodio, potasio y cloro, en diferentes proporciones.
La causa más frecuente en la infancia es la gastroenteritis, que produce vómitos, diarrea y fiebre. Es más grave en los niños pequeños, que regulan peor estas pérdidas y no pueden solicitar agua si tienen sed, razón por la cual es necesario que la madre sepa reconocer los síntomas.
Qué síntomas causa la deshidratación
- El niño está irritable y quejumbroso.
- La orina es más escasa y muy concentrada.
- La piel está seca y al pellizcarla entre dos dedos deja marcado el pliegue.
- La mucosa de la boca y lengua están secas, con poca saliva. No hay lágrimas.
- La fontanela anterior está deprimida y los ojos hundidos.
- La pérdida de peso es el mejor indicador de la intensidad de una deshidratación. Una pérdida de peso del 10% es grave. Los pequeños con estos signos deben acudir a urgencias sin demora.
Cómo tratar la deshidratación
La mejor forma de prevenir la deshidratación es ofrecer suficiente agua o tomas de leche diluidas cuando los lactantes presentan vómitos o diarrea. Las soluciones de rehidratación oral son adecuadas para las situaciones de diarrea o vómitos, pero muchos niños las rechazan por el sabor.