10 claves para separarse sin traumas
Evítalos por el bien de tu familia
Si habéis llegado a la conclusión que vuestra relación ha llegado a su fin, el siguiente paso es lograr que vuestra separación no profundice las heridas. Si es planificada y ordenada, preservará los sentimientos de todos y evitará mucho dolor a los que no tienen la culpa: los niños. La psicóloga Amaya Terrón señala 10 aspectos a vigilar para que esto se cumpla.
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Cuando se llega a la conclusión que la separación es la mejor manera de terminar con los desencuentros, nos queda lo más difícil: procurar que se desarrolle salvaguardando el bienestar de todos. La psicóloga Amaya Terrón nos da 10 consejos que nos ayudará a lograrlo.
- Hablar y comunicar nuestro dolor. Es importante canalizar nuestras emociones para que no queden enquistadas
- Esta persona, la amaste. Aunque ahora no estemos en situación de reconocerlo, en el pasado esa persona nos parecía merecer ser amada.
- Nadie es totalmente malo. Puede ser que ahora solo veamos lo que consideramos defectos de nuestra expareja pero eso no significa que esta persona sea mala en toda su esencia.
- El error es humano. Debemos asumir que el error es normal y siempre perdonable aunque requiera tiempo.
- Hay que ser consecuente con la decisión tomada. Si es una decisión madurada, aunque haya tentaciones de volver atrás, no debemos hacerlo; es mejor no provocar situaciones confusas que luego nos traerán más problemas.
- Dejarse aconsejar por profesionales, pero siempre manteniendo nuestras reglas éticas intactas. Si quedan manchadas por el rencor o el dolor resultará más difícil recuperarnos. Un profesional de la salud mental nos puede ayudar mucho en situaciones tan difíciles emocionalmente y estresantes como una separación.
- Necesitamos un tiempo de duelo. No conviene empezar a rehacer la vida sentimental nada más terminar con la relación; podemos herir a otras personas y nuestra herida no sanará más rápido, sino que sumará emociones para canalizar.
- Piensa en positivo. Es mejor centrarse en los buenos momentos y en lo que se ha aprendido con la ex pareja que estar dándole vueltas a la decepción sufrida. Encontrarle el sentido a lo sucedido es una experiencia de vida en la que la figura del psicólogo puede ayudar bastante.
- Si existen hijos, recordar que la pareja se ha roto, pero que se sigue siendo padres, aunque no haya vida en común. Los padres deben seguir relacionándose tras la ruptura conyugal.
- Prepara a tus hijos a una nueva relación y dales tiempo. Los hijos suelen temer la aparición de un “padrastro” o “madrastra”. Estadísticamente está demostrado que el nuevo matrimonio mejora la vida de los niños, en particular si son pequeños. Pero hay que respetar los tiempos y ritmos de los niños, ellos necesitan acostumbrarse a una nueva situación y una familia no se constituye afectivamente porque se comparta techo. Orientativamente, se debe dejar al menos un año para incorporar a nuevas parejas en el ámbito de la relación parental.
Magda Campos